Científicos encuentran un misterioso túnel interestelar que conecta nuestro Sistema Solar con Centauro
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Un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre ha descubierto un «túnel interestelar». Este túnel, detectado gracias al telescopio de rayos X eROSITA, no es un atajo a través del espacio-tiempo como aparece en las películas de ciencia ficción.
«Es simplemente una conexión entre dos restos de supernovas o superburbujas llenas de gas caliente», afirma Michael Yeung, uno de los autores del estudio, en declaraciones para BBC Mundo.
Nuestro Sistema Solar reside dentro de una región llamada Burbuja Caliente Local (LHB), una zona de gas caliente con una densidad extremadamente baja, de un millón de grados Kelvin de temperatura y una densidad de menos de 0,01 partículas por cm3. Además, esta burbuja emite rayos X y se extienden a unos mil años luz alrededor de este sistema.
Un hallazgo increíble: descubren un túnel interestelar que se dirige hacia Centauro
El túnel, bautizado como «túnel Centaurus», parece conectar la LHB con otra región de gas caliente, posiblemente la superburbuja Loop I. Sin embargo, la ubicación exacta del otro extremo del túnel aún no se ha confirmado.
Este descubrimiento sugiere que podría existir una red de túneles similares en el medio interestelar, formados por las explosiones de energía liberadas por estrellas.
El equipo también ha observado un marcado gradiente de temperatura dentro de la LHB, lo que indica que las explosiones de supernovas han calentado el gas de manera desigual. La presencia del isótopo hierro-60 en la corteza marina profunda de la Tierra, que sólo puede ser creado en supernovas, respalda la teoría de que estas explosiones han ocurrido dentro de la LHB en los últimos millones de años.
El instrumento fundamental para el descubrimiento: un telescopio
El telescopio eROSITA ha sido imprescindible para este hallazgo. Su capacidad para observar el cielo completo en rayos X cada seis meses ha permitido a los científicos obtener una imagen tridimensional detallada de la LHB y detectar el túnel Centaurus.
Además, la ubicación del telescopio, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, más allá de la geocorona, permite obtener espectros libres de la contaminación de rayos X suaves emitidos por nuestra atmósfera.
Este descubrimiento abre nuevas vías de investigación sobre la estructura del medio interestelar y la influencia de las supernovas en nuestro entorno espacial. Los científicos esperan utilizar eROSITA y futuros observatorios de rayos X para estudiar con mayor detalle la red de túneles interestelares y comprender mejor el pasado y el presente de nuestro Sistema Solar.
Una de las investigaciones que más interesan a Yeung es el estado del plasma en la LHB. Estos estudios, tal y cómo señalan en BBC Mundo, «podrían revelar rastros de una explicación de supernova que ocurrió no hace mucho tiempo».
Por último, Yeung señaló que «hay muchas superburbujas en el vecindario solar y, más allá, como las burbujas eROSITA, la estructura de rayos X más grande del cielo, cuyo origen sigue siendo una incógnita».